Ya podéis ver online la charla que dimos el pasado 10 de octubre dentro del evento TEDx La Laguna 2015. Son quince minutos en los que os contamos cómo la confianza que hemos recibido a lo largo de nuestro viaje nos ha cambiado, y por qué pensamos que esa misma confianza podría también transformar la educación.
Una escuela sobre dos ruedas
Hace justo un año, un día como hoy, dejamos nuestra casa subidos en dos bicicletas equipadas con remolques y un asiento para bebé, y salimos de viaje. Yo iba a cumplir cuarenta y un años, y ya sólo cambiar de piñón me parecía una proeza. Por no hablar de subir las cuestas... Pero quería viajar en bici.
Cuestión de principios
¿Cómo nos movemos por el mundo...? ¿Vamos con prisa? ¿Con la mirada atrapada en la pantalla del móvil? ¿Con inseguridad? ¿Nos permitimos alguna vez, sencillamente, confiar? Movernos sobre dos ruedas, como hemos hecho en buena parte de este viaje, puede llegar a ser una experiencia, más que educativa, transformadora. La bici ha sido nuestro medio de transporte cotidiano, y nos ha obligado –junto con nuestra hija– a un cambio de ritmo, un cambio de perspectiva, un cambio de sensibilidad.
Billete de ida
Este podría ser el relato de un viaje. Un viaje asombroso en bici, por ocho países, en el que una pareja y su hija de dos años se lanzan a descubrir y filmar escuelas diferentes que desbaratan y transforman lo que suele entenderse por “educación”. Un viaje que se entrecruza con el de decenas de personas: niños, adolescentes y adultos, que están también buscando otra forma de educar, y de educarse. Pero al mismo tiempo hay otro viaje, invisible a los ojos y que sólo puede verse con el corazón. Y es de ese viaje esencial del que quiero hablarte primero.
Logística de un sueño
Como prometí hace unos meses, voy a compartir algunos detalles de la logística y organización del viaje. Son muchos y variados pero para no extenderme demasiado, cualquier curiosidad, duda o sugerencia, por favor, escríbela en los comentarios. Contar con un listado así nos habría venido genial y ahorrado muchísimo trabajo de búsqueda, así que esperamos que te sea útil si alguna vez te planteas algo similar.
¿Podemos reinventar la educación pública?: St. John's
Año 2005. Sur de Inglaterra. En la pequeña ciudad de Marlborough, el director de un centro de enseñanza secundaria incita a la revolución educativa con sus declaraciones sobre los deberes escolares. Los partidarios del antiguo régimen, en un intento por detener el avance de sus ideas, acusan al director de arruinar la educación pública y de despilfarrar impuestos. Pero el cambio de paradigma es ya imparable.
Echamos anclas
¡Lo hemos conseguido! Hemos vuelto a casa. Al bajarme del sillín he sentido el impulso de darle un beso a mi bici, esa compañera con la que tantas horas he pasado, que tan buenos momentos me ha regalado, y con quienes tantos sudores he compartido. Me siento feliz de que estemos los tres aquí, ahora, de regreso, porque significa que todo ha ido bien, que lo único que hemos perdido en el camino ha sido el miedo y la indecisión, y es tanto en cambio lo que hemos encontrado...
Friburgo en bici
Hemos llegado hasta esta ciudad pequeña, tranquila, en la que las bicis parecen sobrepasar a los coches, y las montañas y bosques casi se pueden palpar a cada paso. El buen tiempo nos acompaña y da gusto pedalear por las calles arboladas, sabiendo que hay carril bici por doquier y que los coches te ceden el paso incluso cuando no les corresponde hacerlo.
Waldkindergartens, o la vida en las escuelas del bosque
Fuimos a los bosques de Friburgo porque queríamos conocer las Waldkindergartens, esas escuelas donde niñas y niños de entre tres y seis años pasan cada día al aire libre, corriendo, revolcándose, trepando a los árboles, jugando con las ramas y las hojas, metiéndose en el barro hasta las rodillas, y descubriendo todas las manifestaciones de vida por minúsculas que sean.
Ocho ruedas
El sábado volvimos a la Europa continental después del que quizá haya sido el periodo más intenso del viaje, el recorrido por Inglaterra. Desde que iniciamos nuestro particular periplo hemos visitado ocho escuelas y siete países en algo más de seis semanas; hemos recorrido cientos de kilómetros a pedal, y miles de ellos arrastrando más de 80 kilos de equipaje y acarreando una bebé de tren en tren y de andén en andén; nos han frenado el avance el viento, alguna que otra cuesta insalvable y varios días de lluvia; mientras, nos hemos ido alojando en sitios muy diferentes y hemos conocido muchísimas caras amables; las manos que nos han ayudado son incontables y merecerían una mención aparte dedicada a las redes de afecto que se han tejido a nuestro alrededor; nuestra página de Facebook, pese a actualizarse con micro-entradas de escaso contenido, ha superado ya los doscientos seguidores y cada vez hay más suscriptores en el blog. De vez en cuando recibimos mensajes de apoyo de personas que no conocemos y que nos felicitan por este recorrido emocionante aunque agotador. Si lo que pretenden es animarnos, desde luego que lo consiguen. Gracias a todas ellas, gracias a ti, por leernos y compartir nuestra voz.