La punta de la lanza

Hoy es un día de celebración. Lo es para Diana y para mí porque se cumplen tres meses desde el inicio del crowdfunding de “Corriendo por las olas”, el documental que hace dos años se nos metió en la cabeza y que, gracias a la ayuda de más de 420 personas, estrenaremos antes de que finalice el 2016. Pero deseamos que también lo sea para ti.

Hemos sido osados. ¿Qué se puede esperar de quien se monta en una bici plegable con una bebé para recorrer el mundo arrastrando kilos de material de filmación?

Antes sospechaba que estabas ahí, pero hoy tengo la certeza. Y la prueba de ello está en que el reto que te propusimos hace tres meses, cuando dábamos el pistoletazo de salida con este vídeo de presentacion, era una apuesta muy arriesgada con muchas probabilidades de fracasar. Quizá no éramos del todo conscientes en ese momento, pero conforme ha ido pasando el tiempo nos hemos dado cuenta de su verdadera magnitud. Hemos sido osados. ¿Qué se puede esperar de quien se monta en una bici plegable con una bebé para recorrer el mundo arrastrando kilos de material de filmación? Tan osados que quisimos romper moldes, como no utilizar una plataforma de crowdfunding para así gestionarlo nosotros mismos. O adentrarnos en el mundo editorial siendo tan novatos como en el audiovisual, no con un libro, sino con dos: una traducción y un cuento ilustrado. Y todo esto con una cifra realmente elevada que excedía bastante el presupuesto habitual para este tipo de proyectos. De locos.

Maestras, estudiantes, ingenieros, periodistas, políticas, familias, oficinistas… os pusisteis de acuerdo sin mediar palabra y con vuestras manos nos volvisteis a empujar por rampas imposibles.

Sin embargo, en los últimos días del pasado año, cuando casi no quedaba tiempo y estábamos a punto de tirar la toalla aparcando el proyecto o buscando patrocinadores, te vimos. Estabas ahí, desde el principio, en compañía de otras muchas personas, escondidas en la sombra, con vuestros problemas y vuestras vidas. Y con los primeros rayos de luz del 2016 aparecisteis como una fina lluvia, provocando algo mágico.

Maestras, estudiantes, ingenieros, periodistas, políticas, familias, oficinistas… os pusisteis de acuerdo sin mediar palabra y con vuestras manos nos volvisteis a empujar por rampas imposibles. En apenas unos días no solo llegamos al presupuesto mínimo, sino que a día de hoy, cuando vence el plazo, lo rebasamos con mucho margen. No sabemos qué hemos hecho para merecer esto,  aunque sí sabemos que la confianza y la ilusión que nos habéis entregado os la vamos a devolver multiplicada.

Con vuestra confianza además me habéis dado una lección. En mis momentos bajos, cuando pensaba que todo lo que habíamos hecho durante los últimos dos años en este proyecto ya no le interesaba a casi nadie, desconfiaba. Y eso que ya había teorizado en esta charla sobre la importancia de la confianza. Pero es tan difícil de poner en práctica… Y vosotras lo habéis hecho. Habéis confiado en nosotras cuando más nos hacía falta. Gracias por recordármelo.

Con vuestra ilusión sentimos una gran responsabilidad. Por eso queremos ponernos a trabajar cuanto antes para así poder cumplir con los objetivos que nos habíamos marcado. Queda mucho por hacer: desde trazar una hoja de ruta y fijar una fecha de estreno, a realizar más entrevistas, visitar otros proyectos, transcribir el audio del metraje, finalizar el guión o iniciar el siguiente tramo de financiación, para ver si llegamos al presupuesto efectivo aunque, con lo ya recaudado,  podremos:

  • estrenar el documental antes de que finalice el 2016 y liberarlo con licencia abierta un mes después de su estreno
  • terminar la traducción de “Aprender en libertad” en la que el excelente equipo de traductoras voluntarias ya está trabajando
  • imprimir y distribuir mil unidades de cada uno de los dos libros que estamos editando
  • mantener la página web e incorporar nuevas secciones y contenidos
  • adquirir el software artístico y de edición de vídeo, así como el  de transcripción automática de audio

Pero confiamos y tenemos la ilusión de llegar aún más lejos. No renunciamos a ello.

Leo esto y sigo pensando que este proyecto es una locura aunque ahora sé que es una locura compartida. De hecho, hace tiempo que ya no lo siento como algo de Diana y mío. Es tuyo, es vuestro. Es de cada una de las personas que habéis apoyado con lo que habéis podido y que formáis la punta de la lanza. Porque estoy convencido de que sois muchísimas más. Quienes no habéis participado, por no saber o por no poder, pero que estáis ahí, aunque no os pueda ver, transformando la educación en algo que merece la pena. Espero encontrarme con vosotras algún día, como me sucedió durante el amanecer del 2016, y poder deciros que también es vuestro. Así soñábamos que fuese cuando empezábamos. Y así soñamos que siga siendo. Gracias por hacerlo posible.

Diana, Jara y Diego sosteniendo un cartel donde pone "gracias"

Créditos de la imagen: El Matterhorn al atardecer (Matterhorn at sunset), por Samuel ZellerCC-BY-2.0