El otro día me encontré con esta afirmación entre mis actualizaciones de Twitter: “Pocos niños aprenden a leer de manera espontánea. Para la gran mayoría, los ejercicios de fonética son imprescindibles, y para todos son beneficiosos”.
Detrás de la cámara
Al llegar a la puerta de casa ya era de noche. Fue mientras desconectaba los remolques cuando me percaté de que la GoPro no estaba. Recordaba perfectamente haberla atornillado antes de salir del aeropuerto, apenas tres cuartos de hora antes: Jara lloraba pidiéndonos insistentemente que volviéramos al avión mientras nos decía que no quería ir a casa, como si reconociera el lugar y se diera cuenta de que algo se había acabado; Diana trataba de calmarla y yo fijaba la cámara al soporte del remolque de su bici con un tornillo. Y ahí seguía, enroscado hasta el fondo, tal y como yo lo había dejado. Pero ni rastro de carcasa. Ni rastro de cámara.
De mariposas y escuelas: Tximeleta
Hay escuelas, demasiadas escuelas, que se asemejan tristemente a prisiones: estáticas moles de hormigón repletas de aulas estrechas, con barrotes en las ventanas, patios de cemento, timbres estridentes que sustituyen el deseo por imposición. Pero ¿cómo podría ser una escuela que escapara de esta crisálida claustrofóbica y echara a volar...?
Un año
Hace un año, un viaje nos soñó. Debió de ser de noche, cuando nuestras resistencias estaban vencidas, y la inercia ebria se desplomaba en un suelo frío, gris. Entre las rendijas de la rutina y el tedio, el viaje se coló y quiso hacernos parte de su rebelión.
Cuestión de principios
¿Cómo nos movemos por el mundo...? ¿Vamos con prisa? ¿Con la mirada atrapada en la pantalla del móvil? ¿Con inseguridad? ¿Nos permitimos alguna vez, sencillamente, confiar? Movernos sobre dos ruedas, como hemos hecho en buena parte de este viaje, puede llegar a ser una experiencia, más que educativa, transformadora. La bici ha sido nuestro medio de transporte cotidiano, y nos ha obligado –junto con nuestra hija– a un cambio de ritmo, un cambio de perspectiva, un cambio de sensibilidad.
El penúltimo tramo
La gripe y el mal tiempo han estado a punto de echar por tierra la ilusión de entrar en Madrid (nuestra ciudad natal) en bici. Pero después de un viaje repleto de alegrías y emociones positivas nos resistíamos a ese final. Y ha sido la generosidad de una familia que, en el último momento, nos ha ofrecido su casa en un punto estratégico de nuestra ruta lo que nos ha permitido volver a soñar: el lunes 15 de diciembre, culminando más de tres meses de viaje, hemos hecho los 75 kilómetros que separan Collado Mediano de San Fernando de Henares. Una ruta que hemos vivido como un auténtico regalo.
El Roure: el bosque sí es una escuela
Escondido en el Alt Penedès hay un viejo roble de seiscientos años, un anciano gigantesco cuyas ramas se encorvan hacia el suelo como queriendo abrazar a quienes se le acercan. A este árbol magnífico, símbolo de fuerza y vigor, antaño se llevaba a los niños enfermos con esperanza de sanarlos. Hoy, siglos después, siguen viniendo a él otros niños, y también adultos, que en su compañía juegan, conversan, contemplan... En el bosque, ese lugar mágico donde se dan cita nuestras luces y nuestras sombras, hemos encontrado una escuela donde el tiempo se detiene y las relaciones humanas se nutren de calma y horizontes abiertos.
Cuidar lo invisible a los ojos: Congrés-Indians
Hablar con los niños agachándonos y mirándoles a los ojos. Desde una mirada que cuida, sin afán de controlar. Dándoles espacio y tiempo. Acompañándoles desde la empatía con sus sentimientos. Desde la sinceridad y la complicidad. Sin juicios ni comparaciones, premios ni castigos. Y dejándoles explorar, descubrir por sí mismos, y también, sobre todo, jugar. Así hace esta escuela viva y activa que quiere contemplar el mundo a través de los ojos asombrados de un niño.
#Esuncuento
A lo largo de un viaje como este acontecen multitud de sucesos. Personas que nos hacen regalos, otras que nos dedican palabras de ánimo, y muchas otras que nos abren puertas y corazones de par en par. Pero nunca se nos había dado la situación de que alguien nos hubiera dedicado un cuento...hasta que nos topamos con la gente de La Quinta'l Texu.
Deconstruir la escuela: Liberi
Encima del portón, esculpido en una lápida, puede leerse “Masia Ribes”. Nada sugiere que estemos a las puertas de algo que no sea una mansión señorial. Y sí, lo es, pero en el jardín de esta antigua masía ha crecido, como en el relato de Carroll, una miríada de flores vivientes cuyas voces, desde temprano, comienzan a oírse por los rincones. Estamos en una escuela que no quiere ser escuela, y que no lo es precisamente porque ha conseguido serlo. ¿Juego de palabras o declaración de principios? Bienvenidas y bienvenidos al otro lado del espejo.