Año 2005. Sur de Inglaterra. En la pequeña ciudad de Marlborough, el director de un centro de enseñanza secundaria incita a la revolución educativa con sus declaraciones sobre los deberes escolares. Los partidarios del antiguo régimen, en un intento por detener el avance de sus ideas, acusan al director de arruinar la educación pública y de despilfarrar impuestos. Pero el cambio de paradigma es ya imparable.