¿Qué es la cultura maker? ¿qué es un makerspace? Si me hubieran hecho estas preguntas hace unos meses creo que como mucho podría haber improvisado unas respuestas basadas en la intuición y un poco de conocimiento de idiomas. Pero lo cierto es que no lo sabía. Yo era un maker, ignorante de serlo, de la misma forma que quizá tú también lo seas.
Un maker es un nuevo sujeto, aunque heredero de una larga tradición. Si podemos definir un rasgo común a la mayor parte de la humanidad es el del consumo. Somos consumidores, antes que ciudadanos o personas. Nuestro valor, para un mundo donde rige la ley del mercado, es nuestra capacidad de consumo. Que no se me malinterprete. Yo no estoy de acuerdo con esto, simplemente apunto, como ya han hecho otros (que han ido aún más lejos), a lo que me parece un hecho evidente.
Se ve que no soy el único en desacuerdo. Los makers no quieren ser consumidores. Al menos no sólo consumidores. También quieren ser "productores". Existe un término que contrae el anglicismo "consumer" (consumidor) con el de "producer" (productor): prosumer (productor-consumidor). Un maker repara cosas, remezcla lo existente para crear nuevos productos de uso personal, lo hace divirtiéndose, con importantes dosis de tecnología (robótica, diseño asistido por ordenador, electrónica, impresión 3D...), uniéndose en tribus para colaborar (con herramientas de ADN abierto, en espacios comunes como los fablabs o los makerspaces) y compartiendo con el mundo lo que hace para que otras y otros también lo puedan hacer. En definitiva, hace lo que viene siendo práctica habitual en las sociedades de cazadores-recolectores de toda la vida, con las consabidas diferencias adaptativas que impone el medio ambiente de cada cual.
Cuando me enteré de que era un maker me puse como loco a buscar mi tribu. Y la encontré. Tribu virtual, claro, porque todavía no los conozco en persona. No andaban lejos, así que me uní a su grupo de Facebook y me pidieron que me presentara. Publiqué un par de párrafos donde indicaba quién era, qué hacía y cuáles eran mis intereses. De soslayo les hablé de este blog, de mi preocupación por la educación y el aprendizaje. Cuando me quise dar cuenta los comentarios a mi entrada ascendían a 63, posiblemente el record de la página desde sus inicios. Para que nadie piense que soy un engreido, salvo algunos mensajes de bienvenida al club, el resto eran sobre educación, no sobre mí.
La educación nos preocupa a todas. Con razón. A todos nos han (y nos hemos) educado. Todas nuestras voces y opiniones cuentan porque en el fondo todos somos expertos en educación. Tenemos experiencia de primera mano. Eso es lo que me quedó meridianamente claro en aquel encuentro virtual. Y también me quedó claro que queremos saber más. Queremos saber qué es mejor para las generaciones que vienen. Y también qué podemos hacer para mejorar su experiencia educativa.
En aquel pequeño foro de comentarios surgió la propuesta. Allí nació la idea de organizar una mesa redonda sobre educación. Luego no hubo más que ponerse manos a la obra y preparar el evento, al que, por cierto, estáis todas y todos invitados a asistir. Será el próximo sábado en el Hackerspace de La Orotava. Utilizaremos el hashtag #eneue para tener presencia en Twitter y trataremos, si los medios nos lo permiten, de transmitir en directo. Aquí os dejamos el cartel ¡Os esperamos!